De esta disyuntiva de criterios y vidas surge la Inteligencia Sensible exactamente, para dar fin a la eterna disputa entre pensar y sentir, entre el corazón y el cerebro, que dicho sea de paso neurológicamente, no son nada diferentes.

Las camareras… ¿quien no han intentado ligar alguna vez con alguna camarera? Creo que todos, o casi todos. Y seguro que en prácticamente todos, el resultado no ha sido el aguardado. Ligar con una camarera es posible, si eludes cometer varios fallos frecuentes, estarás un poco más cerca de conquistarla.

Sin embargo, a la pregunta de ¿Qué es el amor? poquísimos acertarán a responderla. Quise hacer una prueba, preguntando a tres parejas de enamorados aquel día de San Valentín. A la pregunta de ¿Qué es para vosotros el amor? conseguí la respuesta, prácticamente calcada: Un sentimiento.

Luego conoció a Marta, una jovencita adorable. Marta tenía unas manos magníficas y un pelo que olía a fresas, los labios carnosos y un cuerpo huesudo. Era prácticamente perfecta. Mas el último día de la semana por la mañana confesó.

Este miedo puede llegar aun hasta el susto en el caso de los Amores Platónicos. El versista Dante Alighieri, amaba, de forma platónica, a Beatriz. En cierta oportunidad, Dante se la encontró casualmente en una calle. Tal fue la convulsión del poeta, que se desmayó.

Llevarla a la cama es relativamente fácil. Cuando hayas escalado físicamente cara el beso, sexo es evidentemente el siguiente paso, además de esto en el momento en que hayas alcanzado ese punto y asumiendo que ella está respondiendo positivamente o recíprocamente hay poca duda que ella no esté atraída a ti.

Una vez superado el punto de No Retorno, tu compañero puede presionarse en el punto del Millón de Dólares americanos al paso que aprieta su músculo ordenador para impedir la salida del semen, eludiendo de este modo la pérdida de las hormonas y nutrientes que

Estamos tan llenos de apegos a las cosas y a las personas, que cuando debemos soltarlas, no queremos hacerlo, por miedo a quedarnos solos, sin nadie, sin nada, y tontamente pensamos que sin uno mismo.

Lo que haces: puedes sentarte o pararte. Si está sentado, puede cruzar las piernas o sencillamente extender un pie adelante del otro; si tu. están de pie, extienden un pie levemente cara delante del otro. Ahora, luce regio y merecedor del homenaje.

¿Cuál es tu valor y cuál es el de ella? Si estás haciendo un singular esfuerzo para agradarle, estás comunicándole que su valor es superior al tuyo, es tal y como si dijeras: Bien, sé que no puedo agradarte con lo que soy, ¿qué tal si le agrego una salida al cine y te adquiero…